23 de enero de 2012

Cine, arma del delito (declaración de principios)

 No es lo mismo un vídeo de las vacaciones del 96 en el Mediterráneo que una superproducción de Spielberg.

Su rostro es pingüe y parece una cebolla recién pelada, pesa más de 110 kilos y ha manifestado reiteradamente su gusto por los coches de lujo, las mansiones, las armas y la vida de magnate capitalista. Se ha gastado tres millones de euros para celebrar su cumpleaños, entre fuegos artificiales y helicópteros. Una variante pirata de Rockefeller. No monopolizador del oro negro, sino monopolizador de algo más amplio: del poder, de la tecnología y, en una porción algo menor, del mecenazgo lucrativo de la cultura. Él es Kim Schmitz o –como se empeña la prensa en añadir- K. Dotcom, lo que viene a ser un tropo lingüístico casi poético (sin dejar de ser gordo). Fundador del monumental portal Megaupload, el FBI lo detuvo la pasada semana en su mansión neozelandesa mientras aguardaba su  trigésimo octavo cumpleaños.

16 de enero de 2012

El escurre-nubes

Con la muerte de Manuel Fraga, el resacoso hundimiento del Costa Concordia en aguas italianas,  el choque en recta singladura de los dos primeros clásicos futbolísticos de la temporada, el permanente –aunque hoy haya publicado un artículo en todos los periódicos- silencio del apodado hombre tranquilo y Presidente del Gobierno, con los resultado de los Globos de Oro (mal llamada antesala de los Oscar, sin acento por ser americano), se cuela en la portada del periódico La Vanguardia el nuevo invento de dos ingenieros canarios especializado en la caza de la lluvia. Es consabida la constante y permanente y fatal sequía que sufren las Islas Canarias. El año pasado se registraron lluvias de 0.1 litros mensuales. ¿En plural? Estos dos ingenieros han forjado una máquina plúmbea, de cuatro metros de altura, de dos de años, bordeada con una malla y con un depósito capaz de almacenar entre 20 y 114 litros. Y el método es simple: la máquina transforma la niebla y el rocío (y, por supuesto almacena precipitaciones) en agua pura de lluvia. De modo que mientras que de forma natural caen en las Islas un total de 0.1litros mensualmente, estas máquinas pueden producir 411 litros.

11 de enero de 2012

Kafka y su muñeca

Corría el verano de 1923 cuando Dora Diamant, de 26 años, conoció a Franz Kafka en el balneario de Graal–Müritz, Alemania, mientras el escritor trataba de mejorar su tuberculosis ya importantemente desarrollada.

Felice primero, Milena después, Felice otra vez y finalmente Dora, acompañante y amante de Kafka en su último periodo de vida, son las partícipes de la vida amorosa de checo más oscuro y profundo del siglo veinte.

Dora Diamant, de origen polaco, se dedicó a la interpretación, estudiando arte dramático en la Universidad de Berlín. Con la ascensión de Hitler al poder, Dora se unió al Partido Comunista, ideología y entorno donde conoció a su futuro marido, el director del periódico Bandera Roja, Ludwig Lask. En 1934 nace su primera hija, Franziska. Lask huyó perseguido por la Gestapo a

9 de enero de 2012

La corruptibilidad de la verdad universal

Verdad universal, ¡qué hermosa idea, qué ideal hermosura, qué ambrosía de lejano alcance!, qué utopía…
Por si fueran pocas las dificultades relativistas que se entrometen con uno mismo y la verdad, se fija ahora con una firmeza insondable la corrupción de todas las cosas que nos alejan de la verdadera verĭtas.
Por ejemplo. Hablemos de política: la izquierda está manchada por la sumisión de los bancos, la derecha está a favor de la sumisión a los bancos. Si hay una fundación, que sirva para blanquear, que para algo son teóricamente limpias. Si se tiene que inyectar capital –público, de los impuestos- a las entidades financieras, que sus dirigentes cobren sus sueldos de 2,3 millones de euros anuales, los frecuentes. Si queremos hablar de inmersión lingüística, que se agarre el pardo, que el político catalán defenderá su lengua para defender su puesto en el Parlament, no para salvar su comunicación, cada vez más falacia, más galimatías, menos comunicativa… La derecha, en España, criticaba la política del Gobierno con un discurso deconstruido y deliberadamente soez. Ahora, con los papeles invertidos, la izquierda de oposición critica las medidas que la derecha cree (muy inconvenientemente) convenientes. Y ambos siguen tan profundamente endeudados que la política parece una tullida: sin brazos, sin alma. Para investir al nuevo gobierno popular, socialistas y convergentes dijeron no; Amaiur, sin embargo, dando la campanada se abstuvo. Ellos no tienen por qué votar algo que solo afecta a España, son vascos. Dijeron. Pero se presentaron para unas generales. ¿No? ¿Caballo de Troya? ¿Destruir al enemigo desde dentro? ¿Hay tantos enemigos en la política? Ha dejado la política de ser política. Sin interrogantes.
Más manipulación. Más corruptibilidad de las cosas.
Cultura. Hablemos de ella, que es fémina: si hay veinte libros sobre el estante principal de cualquier librería, dieciocho son excepcionalmente vulgares, uno es especialmente horroroso y otro es sorpresiva y afortunadamente bueno. ¿Qué importa en la literatura de hoy: que venda, que sea facilón, que inhiba mentirosamente? ¿Hay que esperar que las buenas –buenísimas, magnas- novelas que se escriben en tiempo presente caduquen? ¿Qué sus autores mueran y su historia perviva? Y por qué no acercarse a los clásicos inmortales: Dan Brown o Thomas Mann, Frederico Moccia o Dante Alighieri, Steig Larsson o Marcel Proust. Tal vez en algún mes de este año me lea Jo confesso, de Jaume Cabré. En las galerías de arte ya no hay cuadros, ni esculturas, ni siquiera arte: hay interés, enchufe y pretenciosidad. O en la música –y el cine-, que los acordes son monstruos faltes y melodías repetitivas y terribles siempre feats con pitbulls y urracas. Como si fuera un infierno. Ah. Si quieres saber cuál es el periódico más leído, tranquilo, lo será siempre aquel que estés leyendo; como los bellacos canales de televisión: siempre líderes, siempre en la peonería. Si no existe una palabra, o si el concepto no se adapta a ella, tranquilidad, nos la inventamos y desplazamos el sentido. Juego limpio. Juego sucio.
Y no hablemos de sociedad ni de economía. Es mejor no hacerlo. Y esto sí es una verdad absoluta. Casi universal. Solo hace falta ojear el mundo e intentar entenderlo. Es una locura: verdad absoluta.